martes, 11 de agosto de 2015

INSPIRACIÓN

Amilkar Brunal


A veces simplemente te vas
                                                    Y te preciso

Te vas como el agua del arroyo entre mis dedos
Te escapas como el calor de mi  cuerpo
que se abre paso entre mis ropas
Te persigo ansiando  de la dulzura de tus caricias
                                                                                            Y la calidez de tu aliento


Me aferro a ti
Como el que aprieta la arena de la playa con sus dos puños
Simplemente te marchas y regresas cuando quieres
Sin importarte mi necesidad de ti
                                                                  ni mi angustia

Regresas caprichosa sin pensar en mis afanes
Me arrebatas a tu antojo y me obligas a escucharte y a escribir
Buscando un nuevo momento eterno  bajo el poderío de  tu imperio

 Sé que partirás nuevamente
Buscando nuevas fronteras
Nuevos amores
Pero sé también que volverás

Pero no como vuelve la primavera
Ni como las olas vuelven invariablemente a la playa
Ni tampoco como regresa el salmón a desovar y morir donde nació


Ni como regresan las aves  a sus nidos
O como regresa el sol a su cuna cada tarde


Volverás como la lluvia y la tormenta
Volverás como vuelven los temblores y las erupciones volcánicas
Como vuelven los amigos olvidados
Como vuelven los recuerdos agradables y los sombríos
Como vuelven nuestros sueños y temores
Como vuelven las lágrimas y la alegría


Volverás algún día yo lo sé
Como estoy seguro que volverán


Las madrugadas de insomnio
Las tazas de café hecho con leña
Los suspiros taciturnos, somnolientos y perdidos
Las plagas, epidemias y resfríos

Como vuelven la ternura y la esperanza
Como vuelven los atardeceres fríos


Sin importar el día ni la hora
Sin importar el viento ni el estío
Sin importar la sequía o la cosecha


Volverás a robarte el corazón en un minuto.

INSPIRACIÓN  II

Regresó  sin avisar yo lo sabía
cargada de nostalgia y temores
 con los pantalones rotos
y  las manos ampolladas
Tràjose polvo de estrellas de mil lunas
el helaje del aliento mañanero
la maraña de  emociones enredadas
el perfume de montañas de otras tierras

Con el  cabello ensortijado envejecido
lleno de sal, lleno de arena
arena y sal
sal de Manaure


Con los ojos rebosados de alegría
de la que no se puede guardar
más que en la cuenca de los ojos


Regresó otra vez
             yo lo sabía
regresó a buscarme nuevamente
solo para visitarme un rato


Regresó no como vuelven las torcazas
ni como vuelven a crecer los ríos
no como vuelven a nacer las perlas


No como llega el aroma del café por la mañana


Regresó como los atardeceres rojos
 regresó sin siquiera darme un beso
sin pedir disculpas por su larga ausencia
por su abandono esperado pero intempestivo
Regresó sin decir palabra.


Se sentó frente a mí sin mirarme
sin hablar de sus amores de otras tierras
Se desgajó las trenzas una  a una
                               por horas
y la arena le caía grano a grano


Sobre el torso le nacían  huracanes
 siemprevivas madre perlas y corales


No trajo buenas nuevas
aunque tampoco trajo malas
No trajo souvenirs ni trajo nada
solamente trajo tensa calma
un puñado de palabras sueltas
un suspiro.

Tres sonrisas que yo sé
no eran por mí
Alegrías y pesares de otros tiempos.

Pude oír su corazón como un volcán
pero no como un volcán en erupción
de su piel subía  el vapor de sus amores
la tormenta de sus muchas aventuras.

Le hierve la sangre todo el tiempo
porque todo el tiempo hay injusticias
Esta vez la inspiración de su presencia
no  dejó más que un mar de terremotos.
II
Lagrimas
A mí también me hierve la sangre todo el tiempo
Pero lo aplaco con cada una de mis lágrimas
Se me parten los labios y la piel
Todos los sueños las entrañas
No por la sal no por la arena
Arena y sal, sal de Manaure
Sí por tus lágrimas
Lagrimas que no se atreven a saltar de tus ojos
Lagrimas que se contienen en tus mejillas temblorosas
Las que te rompen el pecho y las entrañas
Lágrimas casi de sal
Casi de arena
Arena y sal
Sal de Manaure.




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