martes, 14 de octubre de 2008

tu voz a la distancia

Maria Cristina
me alegra escuchar tu voz a la distancia
me alienta saber que alguien especial como tu ,
con la sensibilidad que no todo el mundo tiene ,
se goza de mis palabras ,
palabras que no son solo aire
palabras que no son solamente articulaciones mecánicas funcionales
palabras que son la vida misma
que son suspiros que llevan dentro el alma ,
anima que se nos escapa poco a poco
vida que da vida
aliento de vida
palabras que viven , palabras que cantan, palabras que saltan
en momentos como este
es muy importante contar con tu voz amiga
con tu mano amiga
con tus palabras y tu escucha
amiga .

domingo, 21 de septiembre de 2008

Santamarta

Santa Marta lunes 5 del 2003



Leía presuroso una revista en la cual había guardado este trozo de papel. Mi prisa no era propiciada por otra cosa que el afán de encontrar un “café Internet” que tuviera línea y “Word “ para poder enviar unas hojas de vida a Bogotá; también estaba entre mis planes entrar a la biblioteca a investigar algo de la historia de Colombia durante la segunda guerra mundial para escribir un cuento histórico (vainas que yo no sé por que se me ocurren en vacaciones.) El tiempo corría mientras el mesero un tanto displicente con los turistas “cachacos”, escuchaba afanado mi pedido. Aquí frente al mar sobre la avenida primera en un restaurante de nombre “brisas del mar “, fácil de ubicar sobre la 15 o 14. El cuadro típico se completa cuando para tomar un tinto, el mesero me dice tranquilamente que ”por aquí pasan los tinteros vendiéndolo por que en ese restaurante se vende café con leche al desayuno, pero no se vende tinto”.

El tintero pasa al poco tiempo ofreciendo tinto, canela, café con leche y chocolate sin decir cuanto cuesta, saco la moneda de doscientos esperando ver la respuesta afirmativa en la cara del vendedor. En lo que escribo, otros clientes ocupan la mesa que me queda enfrente, el vendedor de la “ 9 Millonaria” también encuentra clientela allí. Saboreo el café alzando la vista de cuando en cuando estrellándome contra “El morro” a la vez que mordisqueo un pan tajado. Me angustio por que se me acaba la hoja pero me las ingenio para escribir del otro lado usado. Que vaina que a uno se le dé por escribir sin tener los implementos mínimos para hacerlo .Dicen que de noche se despierta el hemisferio artístico del cerebro, pero a mí parece que me pasa todo lo contrario.cargo en mis bolsillos todo lo que representa mi ciudad de origen.tal vez sea la brisa del mar por la mañana ( que por esta época está bastante alborotada a propósito)mirando una de los espolones, o el sol candente adormilante pero hoy no quisiera parar de escribir. Canturreo una melodía que me llegó anoche sin ningún mensaje en especial pero con una sensación suave y cálida. Todos se apresuran a aprovechar el día. Los que salen del hotel a la voz del guía para el parque Tairona a las 9:00. a.m. Los que compran frenéticos los regalos para sus familiares y yo que estoy aquí sin poder pararme por que tengo necesidad de escribir como el que tiene sed inacabable. Sueño en los años venideros, algún día dedicarme a escribir por la mañanita cuando la calma de una ciudad como esta llena de aires Vallenatos, no me crispe los nervios por la costumbre de vivir en los tiempos del ruido en Bogotá años 2000 y pico. Debe ser algo de masoquismo extrañar los estrujones en “Trasmilleno” o el caminar presuroso por el tradicional y ya casi olvidado septimazo, o el frío que cala los huesos por la mañana: Hay que cumplir con el ritual de las adoratrices del sol hoy por la tarde como todos los días. Los bolsos, los bronceadores, toallas, lentes esteras, llaves, monederos se encuentran listos. Y a mi muy a mí a pesar de estar sumergido en este paraíso tropical, me espera otra cita con la vida real.



Amilkar Brunal
Santa Marta 2003

Venus dormida

Venus Dormida

Amilkar Brunal


Colegiales que se asoman inquietos por cada balcón ,por cada ventana .Husmean ,cuchichean con algo de asombro atisbando por entre los viejos pero lustrosos pasillos de los museos más antiguos .revisan si aun no se han robado lo que queda del florero de Llorente o si acaso la Venus dormida de Botero entreabre alguna vez los ojos. Esperan no muy pacientemente si algún pez salta de la fuente.


Mientras yo pienso en ti como pienso en la Venus dormida, dormida en un largo sueño del que no quisieras despertar .Mientras tanto yo velo tu sueño acariciando tu pubis con calma ,saboreando de a poco lo salobre de tus rincones , deslizando mi lengua en silencio ,extasiándome en tu aliento, escondiéndome en tu pecho enredándome entre tus cabellos .


Tú , tranquilamente dormida mientras a mí se me revienta el pecho ,mientras mis dedos inquietos te quieren dibujar desde adentro . Mientras mis lágrimas tímidas , caen una a una sobre tus hombros ,sobre tu espalda desnuda, sobre tu torso de bronce como cordilleras perfectas plenas de sempiterna vida .Altas montañas que alimentan a los valles de la vida .
Bendita ,bendita, tres veces bendita , bendita tú .


Tu dormida y yo con el alma rota
El corazón hecho pedazos por que te veo tras un cristal.
Tu encerrada en bronce puro, sin que te pueda tocar
Tan solo puedo mirarte
mirarte en silencio al pasar
con el rostro indiferente
sin siquiera hacer una mueca.
Mientras tanto pasa la vida y yo me quedo muy solo esperándote .
Esperando que algún día
tu quisieras despertar .


Despertar para pasear conmigo, para saborear un helado ,parta tomarnos de la mano entre la multitud de algún parque hasta bien entrada la noche ,para raptarte hasta mi casa esa que queda allende el mar .Un mar cada vez más esquivo que se aleja cada vez que le intento conversar . que no le importan mi suerte que no le importa mi llorara .Que no le importa si hace frío ,madrugada tras madrugada que no le importa el paso del tiempo ni el momento de cosecha ni el momento de sembrar .Que se pasea de orilla a orilla sin detenerse jamás.


amilkarbrunal@yahoo.es

Amigos

Amigos


Le prometió ser su amigo , mirándole a los ojos , abrió en su corazón un espacio pequeño pero suficiente para los dos. Los dos únicos que existían en ese universo creado para ellos y por ellos ,ese pequeño prado interior ,en donde solo caven dos cuando miras una estrella fugaz atravesar el infinito .Un lugar para trascender a su mundo de cemento y madera bien pulida .Un mundo en donde el tiempo es más valioso que el petróleo .


El, le juró olvidarse de todo cuanto les hacía diferentes , le prometió mirarla con ojos puros , en los que no cabe imperfección alguna y la miró como la primera vez que realmente conoció a una mujer . Los ojos de ella como los grandes lagos ,lo inundaron de una alegría indescriptible con palabras. La beso, la besó con pasión y ternura infinita apretándola contra su pecho y se le llenó el corazón de rosas blancas .La beso con pasión y atrevimiento , La besó con ansias .Ella lo atravesó con su mirada ,una mirada trasparente como el cristal ,una mirada llena de sonrisas y ternura ,una mirada para recorrer el mundo entero.

Una situación intrascendente

Una Situación intrascendente

Rozó sus labios contra los suyos sin querer, fue realmente un accidente, algo que nadie tiene planeado, se ruborizó como adolescente en sus mejores abriles.

Oiga
no me haga esto
no ve que si me toca
se me desgajan las lágrimas
que si me toca me muero de ganas de arrancarle la ropa
que de solo mirarle
el corazón se me arruga por dentro
y no sé realmente que siento
y los labios se me hinchan
y los ojos s seme derraman de ansias

Que solo rozarle la piel
es para mi todo un suplicio


Que me lleno de angustia
que me estremezco como hoja seca en el otoño
que se me calienta la sangre
que se me paraliza todo el cuerpo
que enmudezco de frío


Frío húmedo
que no es más que miedo
por que en el fondo sé muy bien
cuanto necesito acariciar su cuerpo
saborear el sudor de su piel
traspasar su mirada
rendirle todo mi cuerpo


Que necesito ser realmente yo
sin que me importe el mundo entero


Necesito derramar sobre ti
este huracán que se me revuelca en el pecho
Es que puedo ver en ti
aun en la sombra de tu cuerpo
tu calor en la distancia
en la sima ardiente de mi pensamiento

Necesito olvidar quien soy
y quien he sido
quemar cada uno de mis viejos vestidos
uniformes vetustos que me llenan de frío



Desnudarme del todo
sucumbir al paroxismo
de acercarme tan solo
al menor de tus besos


Y lo sintió casi como la primera vez que sus labios encontraban otros labios para hacerles compañía, su corazón palpitaba igual que en aquellos tiempos en los que todo lo referido al cuerpo ajeno ,le era ajeno. Palideció, sus manos se enfriaron de repente, se le cerró el estómago de angustia al pensar qué habría creído de sí aquella ilusión vestida de negro. Una ilusión de su inconsciente más dormido o tal vez simplemente adormecido por tanto tiempo de silencio, tanto tiempo de añorar una caricia una palabra sensual o por lo menos tierna. Ya había olvidado casi del todo, que se sentía acariciar un cuerpo joven, contagiarse del calor de una piel morena, beber del sudor del otro. Sintió también que se le escapaba por los poros, un grito que se ahogaba en el lago inmenso de sus ojos negros, un grito que le crispaba todo el cuerpo. Un grito con sabor a desconcierto.


Aquellos segundos que se volvieron siglos, le encendieron todas las ansias que llevaba por dentro. Se abandonó en sus brazos sin decir palabra. Cerró los ojos con fuerza como cuando uno quiere que algo se vuelva realidad; no quería despertar de algún sueño tras el cual todo se desvanece sin remedio. Se entregó totalmente a su deseo. Toda su piel se erizó como esponja reseca bajo la llovizna pasajera y empezó a sudar como jornalero en tiempo de cosecha. Se atrevió a mirarle a los ojos y se derramó en caricias que no había usado hacía ya mucho tiempo. Sus grandes ojos negros le atravesaron el alma a la vez que sus cuerpos se trenzaban en un largo abrazo. Sus pieles de ébano torneado brillaban en la penumbra del amanecer, bañados en el néctar de sus amores, amores de un segundo o de un siglo
¡Qué importa!

Unforgettable

Unforgettable
amilkarbrunal@yahoo.es
2004







Unforgettable


Ellos Se despidieron sin siquiera darse un beso, uno de esos besos que uno guarda en el alma por cierto tiempo para endulzarlos un poco, no tanto como para empalagar. Un beso como el que se da a través del cristal. Un beso que se da una sola vez en la vida. Un beso que es más valioso que cualquier otro por que es tan efímero como los sentimientos de una mariposa, por que es tan seguro como una erupción volcánica, tan seguro como que de niño te dará varicela.


Los cubrió la noche, es decir ,los encubrió. Realmente no solo la noche fue cómplice de ellos. Se confabularon el agua y la tierra, el aire y el fuego de la luna llena, para embrujarlos con un elixir misterioso, impregnado de la música que alguna vez guardaste en el corazón para los tiempos de sequía.


Su palpitar apresurado como galope de caballos desbocados con el respirar reprimido pero con el alma en calma, sus cuerpos cumplieron la cita que tenían preparada desde hacía mucho tiempo sin saberlo.


Apretando los labios con fuerza, se tragaron uno a uno, hasta el último suspiro de pasión y se les clavó en la piel ,el dolor de la nostalgia. Una nostalgia extraña les invadió todo el pecho. Una nostalgia como la que dejan los amigos caros cuando los dejas de ver por mucho tiempo.


Una nostalgia ligera, no tan pesada como el dolor de la ausencia absoluta, más bien como una ausencia presente. Sí, presente por que les quedó en la piel el calor y el sabor del otro: por que se les llenaron los ojos de una paz infinita y aprendieron a decirse en silencio todo lo que llevaban dentro.


Presente por que les quedó en el alma un aroma azul aguamarina teñido con un poco de ternura.


Sus manos se trenzaron en ritual de apareamiento mientras el corazón se les salía del pecho. El tiempo voló el muy cobarde, voló como cuando consumes un helado bajo el sol canicular, voló sin importarle nada. Nisiquiera le importó saber que aquella noche, no volvería jamás a ser como había sido. Se fue la noche sin importarle la profunda necesidad de ellos de dejar de ser lo que siempre habían sido, para poder ser simplemente ellos. Sin tapujos ni reproches sin siquiera nombres ni caminos.


Los atrapó la noche en un abrazo fuerte, en un abrazo fuerte y tibio. Los abrasó la noche. Cubiertos de un sopor adormecedor, los dominó un sueño entre dos, sueño de amantes, un sueño en donde no existen límites ni fronteras, en donde no se necesitan sonidos para apreciar la belleza de la música.


Donde no se necesitan colores, para entender la importancia de una flor sobre la almohada.


Un mundo en donde no hacen falta risas para sentir la textura de la alegría. Donde no hacen falta caricias para entender que tienes una alma eterna.


Donde las lágrimas te limpian por dentro y aun el dolor tiene sentido.

Aun así, se les partió también un poco el alma, se les llenaron de mariposas las entrañas cada vez que los unía el pensamiento, el respirar presuroso, vacío en la boca del estómago la piel que se te enfría poco a poco ,un extraño enloquecer de los sentidos.


Llegará un momento tal vez desprevenido, en el que ya no quede más que un leve aliento de aquel momento en el que unos ojos cálidos y transparentes, te miraron desde lo profundo del alma y el sabor de unas manos que te arrancaban la piel a pedazos para abrirte y estrenar mil alas nuevas; se desvanezca, dejándote tan solo una sonrisa .


Pensamientos tortuosos por no saber en que momento le veras de nuevo en que lugar que circunstancia; mientras el mundo de cada uno los envuelve, los devora entre los pliegues de la seguridad de cada día.

Un día que se repite como el anterior absorbiéndoles la vida gota a gota.








Febrero 7 de 1944