lunes, 8 de octubre de 2012

Necesito una mujer


 

 

Necesito una mujer

Una que realmente sea mía

 Solamente mía

Aquella a quien no tenga que justificarle mis mezquinas necesidades

Ni a quien tenga que robarle el tiempo sagrado de sus compromisos con otros universos  que me han dicho que existen más  allá de esta montaña infranqueable

Universos mil veces más importantes  que mis estúpidos caprichos de niño mal criado

 Alguien a quien pueda  reprocharle que  no me  suelte de la camisa y  que me utilice lascivamente para satisfacer solo sus propios deseos de cama.

Alguien que simplemente mire por la ventana y susurre mi nombre, mi nombre en la madrugada

 

Aquella de la que salga un halito de necesidad insustituible  por otra cosa que no sea yo.

 

Necesito una mujer que me necesite.

 

 

 

No puedo dejar de pensar en ti

 

Todo mi cuerpo presiente la cercanía  de tu cuerpo

 Mi mente vuela incesantemente y tengo que obligarme a concentrarme en mi trabajo, espanto todo el tiempo diez mil imágenes de una pareja entregados a si mismos.

 

Mis dedos inquietos tamborilean incesantemente y las horas se hacen eternas

Desde muy temprano mi corazón acelerado y mi pecho sudoroso anhela el calor de tu vientre

Mis pensamientos inquietos reflejan en mi rostro la profunda ansiedad de volver a verte después de tanto tiempo.

Los ejercicios reflexivos  para olvidarte  no han surtido ningún efecto

 Y las mil razones para no volverte a ver no convencen a la superficie sedienta  de mi piel   .

Las mariposas en el estómago vuelven a revoletear y los sentimientos se encuentran pero el paso es firme hacia tu encuentro. 

 

 

 

 

 

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