lunes, 8 de octubre de 2012

Te despides


 

 

 

Te despides

Das el portazo

Quemas las naves

 Emprendes  retirada

 

Como puedes tu despedirte de una vivencia que llevas marcada en cada una de las células de la piel

En cada rincón del alma

En cada comisura del corazón

 

Y  te atreves a reprocharle a un holograma su indolencia

Un reflejo del inconsciente colectivo

Una fantasía salida de los resquicios de tu mente

Una fantasma que tocó  tu corazón sin aun tocar tu piel

Una ilusión de Miércoles por la tarde que no se resigna con morir al despedirse

 

Ilusión menos perenne que la escarcha de la madrugada en la ventana

 

Y te despides …

Te despides de una aventura de verano que solamente existe entre las nubes y las hojas de los libros.

Una dulce mentira que se desea alimentar caprichosamente  para poder vivir

 

Cómo puedes  despedirte de lo que no tiene tiempo ni espacio

Cómo  renunciar a  lo que nunca ha sido tuyo

Cómo abandonar un lugar que solo existe en la conciencia

Entre el entrecejo y la quinta circunvolución del árbol de la vida.

 

 

Un sitio al que volverás aunque no quieras  una y otra vez a deshojar margaritas y elevar suspiros.

 

 

Un lugar que es solo tuyo que nadie más sabe que existe

Un lugar del alma que nadie puede robarte

 

 

Un lugar para cerrar  los ojos y degustar el placer inmarcesible que te has bebido     todo de la manera más sublime y egoísta

 

 

 

Pero placer que no es fortuito

Placer que te ha costado la ruptura de tu estado de calma y coherencia 

 

Placer que has pagado con mil latidos apresurados de tu corazón y tu alma a medio vestir en la penumbra.

 

Placer sublime que te ha costado mil suspiros, cuatro angustias y una gran incertidumbre

Incertidumbre por que no sabrás jamás si reamente si estas vivo

 

Te despides

te despides de lo que ha sido vida verdadera

 

Por que hay vida ,si

 pero de mentiras

Una vida que nos mata paso a paso

 Que nos chupa cual vampiro miserable la ilusión,

 la pasión y la alegría

 

 

Que nos roba la sonrisa

 Que nos endurece el rostro y la yema de los dedos.

Te despides…

 

 

 

 

 

 

 

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